Day off

Sábado 11:04 am. Las temperaturas han bajado y se duerme de maravilla (sobretodo con buena compañía).
Ring, ring. (De hecho es el odiado Nokia tune, pero bueno). La llaman del trabajo. Noooooo. ¡¡¡Si hasta las 15:30 no toca !!! Uff. Por una vez son buenas noticias: "Hoy no vengas a trabajar, que somos muchos". Bueno, bueno. Media vuelta y a dormir un ratito más.
12:01 pm. Acaba de sonar el despertador. ¿Pero no era para no llegar tarde? Si ya no toca. Bueeeno. Será cuestión de aprovechar el Day-Off.
Ducha, pieza de fruta (a esas horas...) y nos vamos a comer a casa del iaio (jeje, a plato puesto).
Tras la sobremesa toca el postre en la Jijonenca (habrá que probar esos gustos raros). "Supremo!"
Y, ¿ahora qué? "Pues vamos a Sant Miquel del Fai"
Uff, una boda. Tod@s tan puest@s y nosotros de esport. "Pues sigamos esa carreterita"
Al final acabamos en Centelles. No está mal el pueblo. Además están en fiestas, así que está más animado.

Y el colofón. "¿Por qué no vamos a ver la puesta de sol al Tagamanent?" "Si el coche lo aguanta..." "Este lo aguanta todo"

La carretera está mejor de lo que recordaba. Una vez al pie del otero se impone un último esfuerzo: 10-15 minutos de subida escarpadilla (450m de desnivel en 965m).
Pero merece la pena. Aunque está todo un poco nublado se ve el sol rojizo esconderse hasta mañana.

Uff, que fresquillo hace aquí arriba.
Antes de bajar hay que reponer alguna que otra fuerza. Suerte que la mochililla estaba un poco llena. Un buen Penedés ayuda a pasar el frío, pese a que no ilumina el camino de bajada. Habrá que darse prisa.

De vuelta, hay concierto del músico en las fiestas de Sants.
Pues vamos a ver la pachanga que montan. "Sólo un ratillo, eh?"
Fue lo suficiente para marcarnos algun bailoteo, disfrutar del show de Tino y divertirnos con la diversidad de elementos que pululan por este tipo de conciertos. Y encima coincidimos con los progenitores, que acababan de volver de vacaciones. Guay.
Día intenso, casí más que si hubiera sido de curro.

Eso sí, el relax y el desestres no tienen precio.
¡Quiero que todos los días sean 'day-off''!